domingo, agosto 29

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YO TAMBIÉN ME JUEGO LA BOCA (como diría Sabina)




Cuando conté de ti no lo hice por menospreciarte,
fue mi arte quien lo indujo, hable tan bien, tan propio,
que te creían santa, ahora eres la misma, dos kilos menos,
ochenta libras de alcohol para beber, y tu néctar,
nacido del manantial del culto a Baco, pura, pura,
premisa en los pensamientos de la canción Santiaguera,
son entre los cubanos, trova entre los bohemios,
sigues ahí y eso me importa, tanto como tu figura,
el cilindrero todavía evoca tu ritmo de zarzamora,
démosle de beber a quien misericordia pide, nada te cuesta,
un si como palabra, un no como respuesta, un resquicio,
algo que haga menos dura la condena, tal vez horas,
emancipado para lo que no controlamos al momento,
ahora es tan real que lo siento conmigo, a mi lado,
mi desequilibro me mantiene despierto, ante la calma,
procuraré no te preocupes por lo que hablen,
que no serán más que tertulias que se olvidan a media semana,
culpabilidad la tengo sin ser casto, para que te cuento,
cada verso es un balazo, mételo en mi cien,
no lo olvidare aunque yacido me encuentre,
tendido en los amaneceres y los precipicios inesperados,
yo también me jugo la boca y se más que besar.

sábado, agosto 21

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Makeda (Texto-No Volveré) y Ulises Márquez (Foto-Ghostly)

Damos al bienvenida a estos nuevos Morvozos y les damos las gracias por su estupenda obra.

Gracias.

Ghostly
Ulises Márquez

Ya no voy a reconstruirme,
voy a quemar todas las piezas,
cada parte que no quiero unir más,
voy a olvidarme de mí.

Estoy convencida,
aprenderé a olvidar,
empezaré conmigo,
con cada parte de mí.

Makeda

jueves, agosto 5

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A. Portillo (Textos Ruy Sánchez)

Ayer soñé que venías hacia mí con la mano extendida y una sonrisa afilada revelando todas tus intenciones. Te veía acercarte, cruzar las sombras, y me iba sintiendo cada vez más atraído por el imán de tus ojos. Pero de pronto, un rayo de luz tocaba tu cara y me di cuenta de que los tenías cerrados. Me veías desde tu sueño. Me despertabas pero estabas dormida. Caminabas hacia mí como si miraras por las manos, por todos los poros de la piel. Y te seguías acercando. Me despertabas para que entrara en el sueño más profundo que tenías, el sueño de tu cuerpo. Que era como una noche nueva dentro de la noche. Tu obscuridad me devoraba. Éramos dos Sonámbulos amándose en tu sueño y en el mío.



Aziz Al Gazali
El sueño de dos noches


Textos: A. Ruy Sánchez (En los labios del agua. Editorial Alfaguara, México, 1996)













Por Marváz



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