viernes, septiembre 10

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Nada.

Neón - Agathokles

...y es cuando la sangre te calienta el cuerpo para hacerte saber que estás en un momento especial. Todo es rápido y vertiginoso, por eso no se puede pensar. Los conductores nerviosos se atrofian por décimas de segundo y con eso basta para perder el reinado.

Así de absoluto es.

Basta una micra de segundo para juntar los labios. Todo lo demás comienza en ese brevísimo instante. Es una avalancha de rocas, no hay nada que lo controle, sólo la pasividad de estar en el fondo. Mientras, nada.





Marváz



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