EDITORIAL
Entre tumbos y derivas hemos llegado al número 14.
El catorce simboliza al árbol de la vida, los días que trascurrían antes que los marinos empezaran a extrañar la tierra, las lunas de Hiperión, las ramas que echa la ceiba hacia el norte, los amores verdaderos en el corazón de cada humano, las vidas de un par de gatos, los versos de un soneto.
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Éric Marváz
Habrá un tiempo de oscuridad, donde la luz no exista, ni las galaxias, ni ríos y montes, menos tú y yo. Vendrá la vuelta a los inicios, la implosión de todo lo que fuimos, se instaurará la nada. Pero el sonido seguirá existiendo en esa infinitesimal parte de negrura, apenas dos o tres frases. El amor ha de seguir siendo una partícula alada de materia aislada, recorriendo distancias que ni tú, ni yo, ni nadie, sabemos cuándo habrán de expandirse otra vez. Las promesas que he hecho, las del corazón, las juradas dentro de un templo, en la orilla de la tierra o en el lugar de nadie, han de labrar caminos a novísimas explosiones. Quizá en unos miles de años: ahí tú, ahí yo, sin que haga falta más, así de simple.
Modelo: Montserrat Díaz
Fotografías y texto: Éric Marváz
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Desde el alma de Alma Beatríz
Por Beatríz Fernández
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Te soñé, me quedé alucinando con tus besos, tus labios reconociendo mis sensaciones y complaciendo sus reacciones.
Eres una delicia, estoy extasiada con tu encanto, fascinada con las atenciones de tus dedos que son correspondidos con húmedas insinuaciones.
Nota de la Editorial: Usted puede escuchar a Betty de lunes a viernes entre 10 de la mañana y 2 de la tarde, los miércoles 9 de la noche y domingos 7 de la noche.
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Je suis Ale
Por Alexander Zmeckye
Uno de los juegos favoritos con Berta Tarbe (amante, amiga, desconocida, ausente, carne de mi carne), era el de comérmela en aquellos días. Su estrategia era la mar de sencilla: mostrarme sus braguitas después de un "accidente", llamándome "papito" con cara de inocente, inclinándose frente a mí de modo más que impúdico.
Lo demás era la madre de todas las batallas, unidos por el aroma fuerte, tintos en sangre, con las bocas rojas de tantos besos.
Ya sabes que te lamo como si de mis heridas se tratara.
Texto y foto: Alexander Zmeckye (Menachatrua)
Modelo: Las bragas de Berta
Con aprecio a las mujeres, tan amables, de este estupendo grupo.
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El placer es mío
Por Berta Tarbe
Miradas textibertadas
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| Fotografía: Araki Nobuyoshi |
Supongo que el hombre que ocupaba la mesa de la esquina en el restaurante donde cenábamos, no daba crédito a lo que veía. La idea fue de Alex, cómo no, pero la secundé de inmediato porque sus
ocurrencias siempre me divierten mucho. Momentos antes su pie había recorrido
la distancia que lo separaba de mi falda corta para subirla diestramente, con la habilidad que da la práctica. Sólo
tuve que ayudarle levantando ligeramente el trasero de la silla. Mi ropa
interior –toda- estaba guardada en el
bolso, y lo que veía el atónito hombrecillo, que sorbía con placer de cada uno
de los caracoles que rebosaban su plato, era mi sexo; explícitamente mi
sexo. No tenía que imaginar nada, porque
yo le facilitaba el trabajo abriendo las piernas, como al descuido. Sé que me hubiera sorbido con la misma gula con que chupaba la salsa de los moluscos. El tipo
dejó en la mesa el palillo que utilizaba para sustraer los bichitos de sus conchas, cruzó ambas manos por debajo de la
barbilla, y se dedicó a observarme con ojos obscenos y la boca abierta, a punto
de babear.
- Seguro que está empalmadísimo, ése daría cualquier cosa por follarte ahora mismo, igual que yo... aquí, encima de la mesa. - Ver cómo otros me miran es algo que a Alexander le excita mucho.
- Mmmm.... A mí no tanto con él, pero tenerlo de espectador no estaría nada mal.
- ¿Te imaginas que se tratara del padre de uno de tus alumnos?
- ¿Y que le fuera con el cuento al director? ¡Estás loco! Aunque… Uf, ¡qué morbo!
- La tengo paradísima, Berta, y no estoy para nada de delicadezas, te advierto, con ganas de lamerte entera, abrirte como si quisiera partirte…¿Vas a pedir postre o nos vamos ya?
¿Postre…? Su urgencia y la mirada lujuriosa del hombre me estaban poniendo de lo más cachonda, y el único postre que me apetecía en ese momento no se encontraba precisamente en la carta, sino presionándole la bragueta del pantalón.
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Versos como balas
Por Agathokles
Tengo hambre de la que comienza en la boca y termina encima de los huesos. Esa que sólo da cuando el frío es temible, el ansia inevitable, y la mujer que deseas te espera casi desnuda leyendo versos que escribiste hace 9 años y aún le hacen latir… Todavía no está desnuda, le falta quitarse el corazón.
A eso vengo, quiero partir el Mediterráneo,
derramarlo entero en medio de tus muslos como colapso,
estrellarlo en los serenos pozos que me estigmatizan,
aliviada la hora llega la pausa, un respiro, un beso rojo,
terminar la caricia inconclusa, la lengua onomatopeya,
la pasión de llamarte amor, de gritarte sangre y volverte mía,
tic tac, en medio de los pasos, tic tac a la búsqueda,
vuélvete viento asesino, fuego torrente, tierra húmeda,
vas de mujer a serpiente y regresas felina, como ave curiosa,
con esencia lasciva y la marca escarlata justo en la boca.
Inicias profunda la faena, sutil e intrépida escalas alto,
declaras la guerra y te armas bélica, transgresora,
empuñas el arma que te marca trémula, me detienes,
me sujetas impasible, furiosa, muy llena de misterio,
parece que Roma se desvanece, en la OTAN te llaman anarquía,
entre las sábanas, tormenta, catarsis, meteoro, tempestiva.
La noche se alarga, no amanece, se pinta violeta,
habla de nosotros como hablando de Olimpos y deseos,
se mantiene atenta a la gravedad del acto, al enigma del encuentro,
cree que nos merece, no sabe que tributo le rendimos,
que le alabamos por sensual, y nos ofrecemos desnudos,
sólo de la piel porque el alma mía te pertenece…
Dejo la voz y la pluma para volver a ti… espérame como siempre, esta vez será como nunca.
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El Rinconcito
Esta semana: Makeda y Ulises Márquez
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| Ghostly Ulises Márquez http://www.modelmayhem.com/portfolio/853608/0 |
Ya no voy a reconstruirme,
voy a quemar todas las piezas,
cada parte que no quiero unir más,
voy a olvidarme de mí.
Estoy convencida,
aprenderé a olvidar,
empezaré conmigo,
con cada parte de mí.
Makeda
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Otros demonios
María de Lourdes Rojo e Incháustegui, conocida como María Rojo (Ciudad de México, 15 de agosto de 1943) es una actriz de cine, teatro y televisión mexicana y que ha desarrollado una carrera política como miembro del Partido de la Revolución Democrática. Fue senadora de 2006 a 2012.
¡Larga vida para María Rojo!
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Cartas de amor de James Joyce a Nora Barnacle
16 de diciembre de 1909
Cógeme, querida; en todas las nuevas formas que tu deseo sugiera. Cógeme ataviada con tus vestidos de calle, con tu velo y tu sombrero puestos, con tu cara sonrosada por el viento y el frío y la lluvia y tus botas embarradas; cógeme también a caballo sobre mis piernas, cuando esté sentado en una silla, montándome de arriba hacia abajo mostrándome los ribetes de tus bragas y mi pito firmemente clavado en tu concha, o móntame sobre la espalda de un sillón. Desnuda, cógeme, solamente con tus medias y tu sombrero puesto, acostados en el piso, con una flor roja en el culo, montándome como un hombre, con tus muslos entre los míos y tu robusto trasero. Móntame vestida con tu bata de estar (ojalá tengas esa tan bonita), con nada debajo de ella, ábrela repentinamente y muéstrame tu vientre y tus muslos y tu espalda y empújame sobre ti, encima de la mesa de la cocina. Cógeme con tu culo, boca abajo en la cama, con tu cabello suelto, desnuda, pero con tus adorables bragas rosas perfumadas, abiertas desvergonzadamente de atrás y medio caídas, de modo que se pueda entrever un poco tu trasero...
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| "La Douleur". Pablo Picasso, 1900. |
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Casa de citas
Por Pilar Rodríguez
Casa de mala nota
"Todos los hombres y las mujeres somos absolutamente iguales, sin distinción alguna de etnia, color, físico, sexo, orientación sexual, edad, discapacidad, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, como queda recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de Naciones Unidas de 1948. Pero tú eres una auténtica hija de puta".
Del libro "La triste historia de tu cuerpo sobre el mío". (Marwan)
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extraño mucho, muchísimo a Montserrat. Que Genial número, quedó muy redondo. ¡Bravo a todos!
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