Foto: Agathokles
Simpatía voyeur
Ella sabe lo que pienso o tal vez lo intuye,
mi mirada no la engaña, la deseo, la pretendo,
mi apetito ávido, duermo dos horas al día,
pienso tanto en ella que siento desgastarla,
no me habla pero sabe de mi presencia,
la observo mutando en el arte, la espío,
mi tendencia voyeur está haciendo me enamore,
la distancia es una calle, la unión dos ventanas,
de pronto sólo sombras, su silueta sola, sus enredos,
dos veces, de día a las 9 y a las 11 ya noche,
miro sus pantaletas, se mecen en la azotea,
husmeo entre los huecos que dan a la cornisa,
fotos, video, mis ojos testigos, mi pantalón se abulta,
le llamo Rosa, por que ese color es su carne y parte de su sexo,
tal vez lo sabe, yo no lo sé, pretendo que así sea,
tal vez es su propósito, me mira en la calle y sonríe, yo callado,
antier comenzó a tocarse ante el espejo, se abre completa,
mete algo dentro, no se distingue bien a lo lejos, voltea a mi ventana,
está oscuro pero sabe que la miro, ¿será?,
no importa, es mi momento, mi tiempo…
Mañana encenderé la luz a las 11, ¿estará ahí?
¿Terminará el juego?, rosa es el punto que busco,
su rosa abierta es lo que quiero…
Agathokles
Voz que seduce al mismos ritmo de la respiración del poeta, al mismo ritmo que un palpitar voráz del corazón, al mismo ritmo acáso, de una erección, que en todo caso, es la directora de la orquesta.
ResponderEliminarMuy grato, agathito