Antesala
Foto: Viktor Olvera López
Después, el compromiso.
Los cuerpos reasumen sus fronteras.
Estas piernas, por ejemplo, mías
Tomas de vuelta tus brazos.
Cucharas de nuestros dedos, labios
admiten su propiedad.
La ropa de la cama bosteza, una puerta
se balancea sin objeto
y allí arriba, un avión
canta al bajar.
Nada ha cambiado, pero
hubo un momento cuando
el lobo, el acechante lobo
que está fuera del ser
se recostó ligeramente, y se durmió.
Maxine Kumin
www.el-tartaro.blogspot.com
ResponderEliminarun saludo desde este lado..
. que buen trabajo es el que hacen..
.
. posteen mas seguido
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