EDITORIAL
Cada que pienso en lo que motiva una denuncia o censura con respecto a la erótica de la vida, inevitablemente vienen a mi cabeza seres mutilados, insatisfechos, absurdos, adoradores de lo contra natura. Sujetos venidos de una deidad que no tienen la concepción de acariciar una piel desnuda.
¿Hasta dónde puede llegar nuestro juicio contra la desnudez?
Para los artistas (literatos, plásticos, efímeros, del tiempo y espacio), el desnudo es base y sustento; hasta en las obras religiosas hay un realce mayor en ángeles, querubines y cuerpos desnudos, cuerpos divinos por supuesto. Por el contrario, en algunas profesiones, la mayoría de ellas de carácter técnico y científico, el desenvolvimiento corporal es algo forzado y mecánico. Es curioso el fenómeno y poco estudiado, pero es clara la disposición en el momento del amor, en una y otra área de profesiones. La sublimación de la piel en manos de quien busca los trazos de esos que llamamos alma, más allá de feromonas, pulsos eléctricos y sístoles y diástoles; es diametralmente opuesta al toqueteo de un licenciado, arquitecto, ingeniero y aquellos que se sumergen más en las ciencias “exactas” y menos en las sorpresas de un sudor.
El cuerpo nunca es ofensivo ni perverso, aún en las reproducciones explícitas de panochas recibiendo vergas, pero el ojo… el ojo puede diseñar máquinas perfectas de destrucción, odio, concupiscencia, manías, enfermedades sexuales (el sexo está en la mente), y sí: denuncias y censuras.
Obsérvese y no permita que su sexualidad le espante.
Si usted es de los que les asquea su propia mierda, deje en paz a los demás. Desaparezca de este planeta.
Éric Marváz
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"Siempre he sentido un especial respeto por las personas que viven libres siguiendo sus propias normas y deseos, dedicándose en cuerpo y alma a lo que disfrutan sin preocuparse excesivamente de convencionalismos sociales. Gente inclasificable que sublima sus obsesiones en arte, que valora su libertad creativa, que logra subrayar la belleza de maneras nuevas y originales."
Nobuyoshi Araki
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Miscelánea de Mesalina
Por Gaby Ouu
Con los ojos cerrados vuelo... me pierdo en el cúmulo de sensaciones... Los cuerpos entrelazados forman sombras que danzan en las paredes que resguardan nuestros encuentros... Ese lecho en el que paciente esperas mis visitas, en noches como esta se transforma en un oasis impregnado de nuestro aroma, refugio donde saciar la sed en los manantiales del cuerpo... Las caricias como lenguas de fuego nos consumen... Separas mis piernas, tus dedos y lengua exploran los pliegues, hondonadas y relieves que encuentran a su paso... Mi cuerpo tiembla, los gemidos escapan de mis labios, tu sabor y el mío se mezclan en besos delirantes... Nuestros sexos se buscan uno al otro desesperadamente para intentar mitigar la pasión volcánica que hierve dentro de nosotros... Penetras cada cráter de mi geografía haciéndome tuya por completo... Tanta energía contenida busca ser liberada y en una erupción frenética tu magma me inunda al tiempo que me elevo en el éxtasis del orgasmo.
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Je suis Ale
Por Alexander Zmeckye
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Desde el alma de Alma Beatríz
Por Beatríz Fernández
Dime que no estoy soñando, que lo de anoche fue real, que el olor que quedó atrapado en mi olfato es la consecuencia de que ahora me sienta flotando como nube, que las caricias que recorrieron mi espalda fueron tan reales que hoy mi piel sigue erizada, que tus labios que indagaron cada milímetro de mi piel, reconociendo los lugares más íntimos, son los que el día de hoy me tienen atrapada en una constante inquietud de volverte a sentir y ya me urges, porque ahora, mi cuerpo, mi corazón, mis pensamientos, mi amor, y mis ganas completas, serán únicamente para ti...
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Tomados de la mano y descubriéndonos en cada beso a la luz del día, nuestras sombras reflejan fielmente nuestro amor, voy vistiéndome del perfume de tu piel y cubriéndote con mi calidez, arriesgándonos en busca del amor integro, perfecto… abramos nuestras alas, tomados de la mano despeguemos el vuelo, porque con nuestros sueños conquistaremos el cielo y el amor nos indicará el camino…
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Dulki
Por Dulki Mod
Los vehementes
Llegando al hotel pidió un cuarto pensando sólo en lo mal que creía que se veía y en lo poco que le importaba. Las miradas estaban por encima de ella, los empleados e incluso antes en la calle volteaban a su pasar. No es nuevo, pensaba ella, pero probablemente esta vez inspiraba lujuria, temor y lástima.
Con la mirada perdida detrás de los lentes oscuros, el cabello ondulado al viento, los labios rojos, un temple agresivo y un caminar seductor, dio la vuelta para dirigirse al elevador. Entró en la habitación 503, una estancia alfombrada con una cama, un mueble, una televisión vieja, un espejo y un condón adentro del cenicero. Enfrente el baño con regadera.
Cerró con cadena y llave, prendió la televisión y se desvistió toda. Mariah Carey daba un concierto de música tranquila en un evento de gala, fingía llorar por los sentimientos que le causaba la letra de las canciones.
"Cuarto 503" escribió en un mensaje de texto.
"Enviado".
Al salir de la ducha, empapada de agua y de lágrimas, se sentó en el suelo con las rodillas flexionadas para recargarse y seguir llorando. Sonó la puerta y al abrirla estaba él, mirándola desnuda e indefensa, con el cabello escurriendo pero los ojos dilatados. Pasó y cerró la puerta.
-¿Estás llorando?
No había respuesta.
-¡¿Por qué estás llorando?! ¡Chingada madre! Vengo como loco de trabajar, vengo todo sucio porque quiero verte luego de que andas de puta por otros lados, pero aún así vengo...
-¡Ah! ¿Puta? Ni siquiera tienes pruebas de lo que dices, todo lo que dices son cosas que te imaginas porque tus pinches celos no te dejan pensar.
-Yo no ando como tú cogiendo con cualquiera que se me ponga enfrente.
-Ja ja ja. ¿No te mordiste la lengua, cabrón?
Él la agarró de la cintura fuertemente y se le acercó tanto que quedaron casi con los labios juntos. Ella lo empujaba lo más fuerte que podía para safarse, al mismo tiempo hacía gemidos que excitaban a su entonces agresor, pero no pudo alejarse ni un poco de su grande y fornido cuerpo.
-¿No te llena lo que te hago? -Le pasaba las manos por las nalgas, apretándolas cada vez más, y ella comenzaba a fingir que se defendía pero segundo a segundo sentía más placer y humedad entre sus piernas. -¡Contéstame! ¿No te lleno? ¿O necesitas más vergas?
-No. -Respondía como un susurro.
-¡¿No qué?! -Con su mano dura la agarró del cuello para que le costara respirar, mientras que con la otra mano tocaba todo su cuerpo, su piel suave, incitante a todo lo pecaminoso.
-¡Ya! ¿Tú crees que voy a querer coger después de lo que me hiciste? -Se alejó por fin de sus brazos. -¡Hacerme dramas por cualquier pendejada! Gritarme, llamarme sólo para decirme que estoy follando con otros. Sólo falta que me golpees pero eso no va a pasar porque en cuanto lo intentes te mataré, ¿oíste, imbécil? -Le apuntó con un dedo a la cara viéndolo fijamente a los ojos.
Él la tomó de la cabeza y le dio un beso a la fuerza, sin que se pudiera safar, luego la acorraló contra la pared.
-Ja ja ja. Te sientes muy vergas, ¿verdad?
-Tú me haces los mandados.
-Sí, la verdad sí.
Los besos comenzaron suaves.
-Este cuerpecito hace que me vuelva loco. No puedo soportar que te vean todos los pendejos de la calle, y menos si tú te los coges por interés o porque te dieron ganas de abrir las piernas.
-No...
-Hey, ¡sh! Ahorita hablas tú. -Aumentó la intensidad de los besos. -No puedo vivir sin ti, sin ésto, sin estas piernotas, este culito, esa cara de perversa que tienes. Es tu naturaleza, igual que la mía, de ser pirujos. -La besó por más tiempo y la acostó sobre la cama. -¿A poco no te gusta sentir ésto?
-Sí.
-Si tú sabes que no es sólo sexo, es algo más.
La noche caía como queriendo cobijar los orgasmos de la pareja, el frío no se sentía más que para secar las gotas de sudor. El reflejo de sus posiciones en el espejo los calentaba todavía más, aunque en un corto tiempo porque preferían cerrar los ojos y sentir cómo por sus órganos explotaban estrellas de adrenalina, o con los ojos abiertos viéndose el uno al otro, contemplando la exaltación en sus rostros.
Al despertar, él se apresuró a bañarse y vestirse, pero ella permanecía en la cama. Se turnaban un churro, el de "buenos días" de todos los días que amanecían juntos.
-Está buena, ¿no?
-Ya pásala.
Con el humo en la boca, él la besó pasándoselo suavemente. En un silencio casi total, sonó un celular, el cual ella apagó.
-Contesta, te están esperando.
-Ya vas con lo mismo. -Molesta, prendió un cigarro.
-No, no, contesta. No sé qué me quieres ocultar. O háblale y dale la dirección del hotel, al fin que ya pagué.
-Ni siquiera sabes quién es ni qué quiere.
-No necesito escuchar la llamada para saber que se trata de alguno de tus tantos amigos que te quieren coger. ¿Sabes qué? Ya me cansé de que me hagas ésto, yo doy todo por ti y tú me tratas de esta forma. Ve a darle las nalgas a ese wey o a otros, tienes de sobra. Parece que nadie te llena, eres insaciable.
-Mira... -Se levantó de la cama y se recargó en el mueble donde tenían la hierba. -... no tengo por qué darte explicaciones porque para empezar tú y yo quedamos como amigos nada más, que te hayas clavado o enculado es tu problema, y para acabar siempre te haces la víctima por idioteces que piensas y me haces ver mal a mí. Todo lo que piensas acerca de mí es sexual, no hay más para ti que tenga que ver conmigo. Que si no cojo contigo, cojo con otros pero todo tu vocabulario es ¡de puro follar! Hay cosas también importantes...
-¿Como qué?
-Eh...
Los dos se rieron.
-Pendeja. -Le dio un beso y abrió la puerta para irse, no sin antes mirarla de pies a cabeza. -Mamacita.
Cuando se fue, ella se recargó en la puerta después de cerrarla por dentro, y volteó hacia el techo como si buscara la solución en las grietas que tenía la pintura.
Nuestra bella escritora:
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Versos como balas
Por Agathokles
Como un roble seco
Ha llegado la hora de reventar
los espejos con tu imagen y recuerdo,
es momento de saltar al vacío
y encontrarte al natural, ligera, desnuda,
ahora que de frente te mire,
apagaré tus ojos un momento crítico,
me acercaré a tu boca, la
beberé, me haré de ella, adoraré su afán,
su paso ebrio, su andar
intranquilo, me quedaré en ti y entonces seremos.
A un paso, a un silencio de
que te robe para siempre,
a veces un minuto es una
eternidad o también para siempre.
Entonces por qué prescindir de
la noche si en ella te miro,
no lo sabes, pero te padezco,
estás ahí en todo tiempo,
estás ahí veraneando como si
pasaran lustros pequeños,
ungiéndome la miel de la boca
y la bondad de tu vientre,
me urges, aunque me atengo a
que te fijes despacio en un lugar,
el mío, el que ahora te
pertenece por bendita, por soberbia,
en el que te hallas si me
duermo y parece que duermes si te busco.
Sea tal vez que no lo sabes
pero siempre te espero,
a veces dejo la noche abierta
en pos de tu llegada,
o tu partida o tu encierro,
tengo esperanza.
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El Rinconcito
Esta semana Felipe Gaytán
Pintor nacido en la ciudad de México, egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, licenciado por la UAM Iztapalapa en Letras Hispánicas, además de haber obtenido una maestría en la Academia de San Carlos.
Como pintor cuenta con más de cien exposiciones colectivas y veinte individuales. Su obra se ha expuesto con la de otros artistas en Italia, Francia, España, Grecia, Estados Unidos, Bélgica, Panamá e Irán.
De manera individual cuenta con dos exposiciones en Palermo Italia en el centro cultural Il hombre, y cuatro en la ciudad de Santiago de Cuba; en laAlianza Francesa, en el Museo Casa Diego Velásquez, y en el Museo Emilio Bacardí.
Se ha dedicado a impartir conferencias en diversos foros culturales, con ensayos especializados en diversas etapas de la cultura mexicana, poniendo énfasis en la época colonial; se ha presentado entre otros lugares en el Centro Cultural José Martí, en la Escuela de Artes UAEM, Toluca, Edo. de México, en el Colegio de San Idelfonso, y en el Museo de la Ciudad de México.
Disfrute más de su trabajo y obra en: http://felipegaytan.blogspot.mx/
Como pintor cuenta con más de cien exposiciones colectivas y veinte individuales. Su obra se ha expuesto con la de otros artistas en Italia, Francia, España, Grecia, Estados Unidos, Bélgica, Panamá e Irán.
De manera individual cuenta con dos exposiciones en Palermo Italia en el centro cultural Il hombre, y cuatro en la ciudad de Santiago de Cuba; en laAlianza Francesa, en el Museo Casa Diego Velásquez, y en el Museo Emilio Bacardí.
Se ha dedicado a impartir conferencias en diversos foros culturales, con ensayos especializados en diversas etapas de la cultura mexicana, poniendo énfasis en la época colonial; se ha presentado entre otros lugares en el Centro Cultural José Martí, en la Escuela de Artes UAEM, Toluca, Edo. de México, en el Colegio de San Idelfonso, y en el Museo de la Ciudad de México.
Disfrute más de su trabajo y obra en: http://felipegaytan.blogspot.mx/
Autorretrato como Ehécatl- Quetzalcóatl
óleo / tela.
80 x 60 cms.
20 de mayo de 2002
Voyeristas
Óleo / Tela
80 x 70 cms.
2001
Autorretrato fálico
Tinta / Papel
32 x 24 cms.
3 de diciembre del 1997
Felipe Gaytán y los sismos
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Casa de citas
“Los
muslos de la mujer eran largos y húmedos. El fino vello brillaba dorado al sol.
Interminable profundidad sin fondo de la piel. Cuando reía, parecía su risa
estremecerle el sexo y desatar bandadas por el aire de indeclinables pájaros.
Brotaba allí, me dije, como otras tantas cosas de la naturaleza.“
Ángel
Valente
"Los
días siguen, y vivo en la extraña sensación de que son ellos quienes me viven,
y yo soy el tiempo que ellos recorren."
Mário de
Sá-Carneiro, La gran sombra.
Casa de mala nota
"Muchos hombres que se enamoran de un lunar incurren en el error de casarse con toda la muchacha".
Stephen Leacok (1869-1944)
"La vida sexual del hombre atraviesa tres etapas: sin pagar, pagando y... ni aunque pague.."
Alguien.
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