Gaceta Morvoz No.24, año III (16-7-13)

Marváz dice...

La modelo supera los obstáculos, la escenografía, los recursos técnicos, la desnudez. El fotógrafo se concentra, busca los aspectos técnicos que posibiliten la toma, se acongoja, piensa que hoy no es su día, mira a través del objetivo y se enamora… quizá ese sea el secreto: buscar el amor en lo que se hace, eso debería ser suficiente para dejar un paso por el mundo. La responsabilidad es contar, no siempre la imagen dice más que mil palabras pero es verdad que hay visiones indescriptibles, casi poéticas. Ante una actitud correcta, la luz queda grabada guardando la egoísta visión del fotógrafo, todo se perpetúa en una vitalidad eterna; así llega al espectador, si el cuadro es sincero, viene la inspiración, el gozo, la paz; sino, habrá que pensar en otro modo de expresión. Todo está en degustar de lo que se hace.

He disfrutado intensamente fotografiar a Montserrat, todas las palabras del mundo  no podrían explicarla. 

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Colaboraciones semanales

Versos como balas

Por Agathokles

Acto final

He venido a matar a Dios con mi miembro de bronce,
quiero convertir sus entrañas en el universo perfecto,
vigoroso frente a él andaré al margen de mi instinto,
lo tomaré de la nuca, lo tomaré…

A manos celestes, envestidas sórdidas, un beso en la frente,
una estocada al costado, sediento en el ruedo pedirá piedad,
he venido por Dios completo, por su verbo y su inocencia,
no más parábolas ni milagros a viejos sucios y pestilentes.

He robado la aurora para fustigar fanáticos y devotos,
desvainaré a sus santos predilectos, a sus mesías marchitos,
dejaré que mi falo de bronce, caiga a sus espaldas,
entonces estallará la guerra, vendrá la sinergia del caído,
la misión del cumplidor, la dinastía de hueso y metal.

Fascistas, anarcos, poetas, misóginos, mendigos,
he venido a matar a Dios y a ustedes, partiré la roca
y estará vacía, miraré el mar y estará desierto,
postraré mis ojos al cielo y escupiré hasta secarme.

Igual que al vástago que te confiere,
dejaré una corona de perlas en tus sienes,
seduciré a tu legado, mamaré de tu costado
y estarás empalado en mi miembro celestial.

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El placer es mío

Por Berta Tarbe

Miradas textibertadas

Fotografía: Elmer Batters

I

La casualidad, y la distribución de los asientos formando un semicírculo, nos dejó prácticamente a uno frente al otro y podía observarte a placer: estabas ligeramente recostado en la silla y parecías relajado, con las piernas un poco separadas, las dos manos apoyadas sobre el vientre, fingiendo que no perdías una sola palabra del discurso; pero el abultamiento en el lado derecho del pantalón te delataba. No hacías nada por ocultarlo, casi podía ver una gota viscosa pugnando por escapar y esperaba con gran expectación que en cualquier momento apareciera la indiscreta mancha húmeda en el tejido. Pensar en lo sencillo que resultaría acercarme, bajar la cremallera y liberar tu sexo, repercutía directamente en mis fluidos, que amenazaban con atravesar el obstáculo de las bragas negras para deslizarse impúdicamente por mis muslos. En un acto reflejo crucé rápidamente las piernas, pero el cosquilleo que sentía entre las ingles me mantenía inquieta y no dejaba de removerme en el asiento, aunque intentaba impregnar de sensualidad cada movimiento con la perversa intención de provocarte. Tu mirada subía lentamente desde las uñas rojas que asomaban por las sandalias hasta mis senos, se detenía unos instantes en mis pezones enmarcados por la fina tela del top negro salpicado de lunares blancos, y continuaba su camino ascendente hasta los labios, que yo humedecía pérfidamente con la punta de la lengua. En el recorrido tus ojos iban despojándome de cada una de las prendas que vestía, hasta dejarme completamente desnuda.

Sonreí al pensar que de continuar así tendría un orgasmo allí mismo, con la simple visión de tu pantalón mojado. ¿Te imaginas cómo se quedaría toda esta gente? Mis jadeos resonando en la sala, el estirado  director mirándome atónito...¿Crees que le daría morbo? ¿Repercutiría en mi sueldo? Me devolviste la sonrisa: ¿Lo probamos? Podría hacerte el amor sólo con la mirada, y tú lo sabes… No necesitábamos pronunciar palabras para entendernos, los mensajes silenciosos iban y venían de un extremo al otro de la fila de asientos. Tienes una erección maravillosa… Sé que estás mojada, separa un poco las piernas para que pueda verte…Y yo te obedecía.

La situación llegó a tal extremo que decidí salir al baño para recomponerme un poco, antes de que mi excitación fuera demasiado evidente, así que me disculpé y abandoné la reunión. Empecé a recorrer el largo pasillo que conduce a los aseos, cuando sentí que la puerta de la sala de Juntas se abría a mis espaldas y aparecías tú: seductor, irresistible. Retrocedí y me abalancé sobre ti para arrastrarte conmigo hasta el cuarto de baño y allí poder dar rienda suelta a nuestra pasión, pero justo en ese momento sonó la alarma del despertador y me quedé con la miel en los labios; en los muslos, para ser más exacta.

Fragmento de Libídine, o algo así (I).

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Je suis Ale

Por Alexander Zmeckye

Fotografía perteneciente a la exhibición colectiva "Vagabunda", colectivo Morvoz

En la casa de tu cuerpo las habitaciones son estrechas, húmedas, salitrosas; lugar de playa, refugio de los viajantes, sombra de descanso, oasis del sediento. Cuando estoy lejos envidio tu bonhomía, el dar sin pedir, que puedas ser pan y canto, que sonrías con lo que escondes entre las piernas. Te odio con un amor obsceno y salvaje.

Yo

voy

necesitando

más

que

tus

palabras

puta

mía.

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Desde el alma de Alma Beatríz

Por Beatríz Fernández

Aferrada a un instante, aferrada sólo a ese un instante seductor, un instante que dejó una profunda marca al recuerdo de esa noche y un insaciable deseo a cada día de mi vida, noche que revivo constantemente con cada uno de sus detalles, noche que me lleva a imaginar en lo delicioso que debe ser estar contigo. Eres mucho más que un deseo, es un tormento estar loca y perdidamente enamorada, inquieta de besar tu corazón, de poblar tus pensamientos, queriendo dejar de suspirar cada noche por una noche más de ausencia. Se me ciega la razón y sólo preciso tenerte, seducirte, adorarte…

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Mujer errante, en ocasiones olvidando por conveniencia mi procedencia, casi siempre sin pensar en el camino de mis pasos, cuando alguien o algo me proporciona bienestar y me da felicidad arriesgo todo por nada, explorando y perdiéndome en el instante mismo y mi satisfacción es el resultado de ese momento, bueno o malo, siempre será mi recompensa, y me gusta vivir para ello...

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El Rinconcito

Esta semana Emmanuel Moreno Flash 

Hoy morí. Alguien me llevaba tomado de la mano, jalaba con fuerza. Miré a mi izquierda, por inercia levanté mi cámara y disparé, ¿será así la entrada al Paraíso  Quizá nunca lo sepa, pues mi destino al parecer era otro, escuché un estruendo y.... me desperté.

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Otros demonios

Egon Schiele . Viéndose en sueños, 1911

La madre de las santas

Quien desea follarse a Catalina,
para que lo comprenda la gente docta
debe decir vulva, vagina
y seguir con coño y potta.
Pero nosotros los grandes desgraciados
decimos celda, superchería, gorrioncita,
hendida, hendidura, fisura, agujero, gruta,
estupidez, higo, zapatilla, guitarra,
rata, piscinita, funda, buñuelo,
pajarita, espuerta, peluca, varpelosa
alcantarilla, gatera, ventanilla,
pitita, aquel-hecho, aquella-cosa,
orinal, entrepierna, caracolillo,
la-jaula-del-pitito y la-jugosa.
Y para completar,
alguien la llama vergüenza, alguien naturaleza,
alguien porquería, orzuelo y sepultura.

Giuseppe Gioacchino Belli

Egon Schielle.  Eduard Kosmack, 1.910

El padre de los santos

La polla puede llamarse clava, pajarito,

picha, nabo, cipote, instrumento,

cacho-carne, mango, cetro,

hisopo, lanza y estaca,

tarugo, catalejo, cerrojo,

junco, el tuerto, el mío, nardo, pilila,

perchero, vela, manivela,

poronga, porra y badajo, 

cuña y pistón, cachirulo y cabezón

pestiño y caño y pepino

y morcilla, longaniza y salchichón,

y, además, rábano, telescopio,

arma, pequeño y tronco, carne en barra,

trabuco, bandurria y mi hermano pequeño. 

Y te diré además

que mi médico lo llama eso de ahí,

falo, asta, verga y miembro viril,

y el viejo herbolario

dice Príapo, y su mujer pene.

Señal segura de que no le gusta lo que tiene.

Giuseppe Gioacchino Belli

(Italia, 1791-1863)

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Curiosidades...

“En nuestra cultura no siempre se han valorado los penes grandes. Es más, para los antiguos griegos (aquellos exquisitos nada mojigatos que fundamentaron los ideales estéticos que todavía hoy perduran), nada era más grotesco o zafio que un miembro descomunal. Así, procuraban que en sus representaciones plásticas el pene no sobrepasara el tamaño de los testículos. Del mismo modo, les horrorizaba ver el glande, por lo que los atletas en el gymnasium (palabra que significa literalmente algo así como «lugar donde estar desnudo») o en las competiciones, por el hecho de participar desnudos, solían colocarse una pequeña cintita cerrando el prepucio (a modo de una fimosis voluntaria) para que, durante el esfuerzo, el glande no quedara al descubierto. ¡Ah, si los gestores de la industria porno se preocuparan más de la estética que de los mamporros...!” 

“El método Valerie” 
Valerie Tasso.

Pez pene, un manjar de la gastronomía china, japonesa y coreana.
Se consume en diversas preparaciones, siendo una de las más comunes conservarlo seco e hidratarlo cuando se va a comer comer. También se  prepara cocido al vapor, frito, en forma de sashimi o sumergido en vinagre. Su sabor es suave y su textura recuerda a la viscosidad propia de las almejas.
Se recomienda a los hombres la ingesta del pez pene para obtener mejores resultados en la cama.

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Casa de citas

“-Yo quisiera ser ángel y soy loba-.

Yo quisiera ser luminosamente tuya
y soy oscuramente mía”.

- Gloria Fuertes –

"También a ella le había llegado la hora de preguntarse con dignidad, con grandeza, con unos deseos incontenibles de vivir, qué hacer con el amor que se le había quedado sin dueño."

- Gabriel García Márquez - 

                             Casa de mala nota

"Un libro erótico es el que se lee con una sola mano."

Luis García Berlanga

"No podría desnudarme en las películas. Para mí, personalmente...actuar con la ropa puesta es hacer una composición artística; actuar sin ropa es hacer un documental."

Julia Roberts

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